Mas ¡ay Señora!, que yo me veo oprimido por mis vicios, y cargado con mis culpas y pecados, y no puedo levantarme sin los poderosos auxilios de la divina Chispa, y sin el cortesía de vuestro maternal socorro. Contempla los dos sacrificios en el Calvario – singular, el cuerpo de https://jacquesu950qix6.ageeksblog.com/profile